Escribano, en la plaza de toros de Bayona I
Seis toros con seis lecturas totalmente diferentes, emocionante a la vez
que teclosa resultó ser la corrida de Robert Margé que no dejó a nadie
indiferente.Manuel Escribano se reencontró con el triunfo tras una soberbia faena al segundo de su lote
que cuajó de principio a fin, ya había sumado una oreja en su primero. Joubert, con más valor que rodaje lidió el mejor lote logrando una oreja del
sexto. Luque sin embargo,
sorteó el lote con menos posibilidades de la corrida, aun así cortó una
oreja de su primero.
Comenzó con una larga de rodillas en el tercio Manuel Escribano para recibir a su segundo oponente. Tras
un buen tercio de varas protagonizado por José Manuel Quintas, Escribano volvió a demostrar su poderío en
banderillas, siendo de gran riesgo el último par, al quiebro en tablas. Brindó
a Joubert una faena que inició
de rodillas, con firmeza y seguridad ligó muletazos de calidad, largos y de
gran calado en el público, que junto a una gran estocada fulminante le valió
para cortar dos orejas al cuarto de la tarde.
Con el primero de Margé, un serio cinqueño
con embestida pronta que tuvo mejor izquierdo que derecho, Escribano firmó
buenas tandas por el derecho. Poderoso en banderillas, Manuel demostró su dominio en el tercio con tres importantes
pares. Cortó una oreja tras una estocada entera que no necesitó puntilla.
Cambió el toro tras el tercio de varas, salida eléctrica, embistiendo con
las manos por delante y quejándose en las distancias cortas. Firme Daniel Luquecon este segundo que amenazó pronto con rajarse, pero
se impuso a él con naturales por ambos pitones de cerca y por abajo. El público
premio su esfuerzo con una oreja, tras una estocada entera efectiva.
Muy serio el quinto, largo y alto, suelto de salida hasta que se templó
tras su paso por el peto. Complicado en banderillas ganándole terreno a la
cuadrilla deLuque. De nuevo el de Gerena se echó encima del toro para inventarse una faena de
importancia dadas las dificultades constantes que ponía. Saludó una ovación.
El colorado ojo de perdiz que hizo de sexto resultó ser el toro con más
posibilidades de la tarde. Joubert le devolvió el brindis
a Escribano y se fue a por un
astado que se dejó en las distancias cortas, por ambas manos Joubertlo llevó ceñido y consiguió darle fuerza a la faena a medida que avanzaba
la lidia. Logró cortar una oreja en el que cerraba plaza.
Diferente este tercero, se rajó tras voltear en dos ocasiones a Joubert cuando realizaba el quite, sin consecuencias. Con la
muleta tuvo que buscarle y sacarle de tablas en varias ocasiones sin mucho
éxito para el francés. Desacertado con la espada, fue silenciado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario