Su doblete en la Feria de La Vendimia y su triplete de Puertas de los Cónsules en sus tres compromisos del año en Nîmes ratifican el sublime momento que atraviesa Juan Bautista. Tres orejas y rabo este domingo y la sensación de que todo le sale. Cuando un torero está así, el triunfo viene solo, y con las condiciones artísticas que posee Juan Bautista, aún más. Nîmes lo vivió con una faena grandiosa a ‘Soleares’, un toro muy bueno de Victoriano del Río de vuelta al ruedo y al que cortó un rabo. Thomas Joubert tuvo una confirmación accidentada, pues fue cogido tras la ceremonia y solo pudo lidiar un toro, el sexto, al que, eso sí, desorejó con el apoyo de los presentes. José María Manzanares cortó otra oreja.
Desde su salida de los chiqueros apuntó buenas maneras el Victoriano que hizo quinto, y Bautista lo vio desde el primer momento. Tuvo que poner los palos a petición del público y se ejecutó con brío. En la muleta embestida con una clase descomunal el Victoriano y Bautista lo cuajó a placer. Toreo caro del arlesano con el cuerpo abandonado al sonido del concierto de Aranjuez. Culminó su obra con unos pases del ‘cartucho’ que pusieron la plaza en pie. Lo mato de un espadazo a recibir. Murió en bravo el astado aguantando en pie la muerte. Dos orejas y rabo y vuelta al ruedo al toro.
Bautista cortó una oreja del tercero, un Victoriano que tardó en definirse. El francés supo entender al toro, ayudándolo al principio para que rompiera. Cuando rompió,subió la intensidad con un toreo de mano baja. Lo despachó en la suerte de recibir. Antes se tuvo que hacer cargo del deslucido primero tras el percance de Joubert. El esfuerzo de Bautista le valió una ovación.
Salió a matar al sexto Thomas Joubert después de la espantosa voltereta sufrida con el toro de la ceremonia. El sexto fue un animal bravo empujando en los tres encuentros. Le costó mucho a Joubert acoplarse con él, el primer tramo de la faena no fue lucido, con enganchones y desarme incluidos. El joven torero tiene la facilidad de conectar con los tendidos, que le empujaron hasta el final cerrando con una tanda de manoletinas, lo más destacable de su actuación. Mató de un espadazo a recibir trasero y paseó dos cariñosas orejas tras dos avisos.
Tras el percance de Joubert se cambiaron los turnos, por lo cual Manzanareslidió al segundo de la tarde. El de Victoriano resultó manejable y dejóManzanares propinarle tandas buenas por ambos pitones. Molesto un poco el aire, pero el alicantino consiguió templar las embestidas. Oreja.
Manzanares se acopló con parsimonia con su segundo oponente. El deVictoriano careció de transmisión en sus embestidas. Además molestó demasiado el aire, lo que impidió que la faena se levante. Ovación tras aviso.
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