paseillo-puerto-511px
Cortó una oreja Daniel Crespo, pero en el recuerdo quedó la faena de Pablo Aguado al quinto. Esos fueron los argumentos del segundo festejo de la Temporada de Verano de El Puerto, donde actuó sin suerte con su lote Alfonso Cadaval, que dejó grande detalles en un festejo en el que estuvo muy presente la figura de Fermín Bohórquez, por quien se guardó un minuto de silencio y cuyo hijo, presente en una barrera, recibió el brindis de los novilleros.
Con falta de celo y empuje salió el primero de la tarde. Daniel Crespo intentó llevarle muy templado y dándole su espacio para evitar las protestas del novillo. Faena de más a menos y estropeada por los aceros. Tuvo que poner todoDaniel Crespo ante el cuarto de tarde. Faena de paciencia y torería con grandes muletazos ante un ejemplar al que le costaba humillar.
La espada privó a Pablo Aguado de un gran triunfo en el quinto. Faena de altos vuelos ante un gran novillo con recorrido, humillación y empuje. Muletazos largos, con personalidad, empaque y gusto que hicieron sonar la música en el coso portuense. Puso el coso boca abajo el sevillano pero se dejó el triunfo en la punta del acero. La vuelta al ruedo no refleja la entidad que tuvo la faena. El segundo fue un novillo de embestida descompuesta y sin ritmo. Pablo Aguado hizo un sincero esfuerzo por sacarle partido pero el lucimiento era imposible. Se le agradeció la entrega.
Había ganas de ver in situ a Alfonso Cadaval. Mereció la pena. Buenos muletazos hicieron sonar la música rápidamente ante el noble tercero. Lástima que tardara en caer pero quedaron detalles de torero importante. Sin opción con el sexto, un ejemplar con falta de raza, con el que se vieron las ganas del joven torero.