El Juli da la vuelta al ruedo, esta tarde, en la Plaza Real de El Puerto I
La noche en El Puerto fue de Julián. El Juli ‘reventó’ los cimientos de ese coqueto e histórico escenario que es la Plaza Real al cortar cinco orejas y un rabo en una tarde histórica. Cumbre del torero madrileño que desorejó al extraordinario segundo, paseó uno del brutote cuarto y logró los máximos trofeos del que exigente astado que cerró plaza. Un lío. En mayúsculas, con tres toros de alta nota de Santiago Domecq. Menos suerte tuvo Morante de la Puebla, que se pegó contra un muro con un lote deslucido de Núñez del Cuvillo. Minutos tarde, ya fuera del ruedo, llegaba la otra bomba informativa. Su adiós ‘por tiempo indefinido’.
Cerró plaza un toro negro y astifino de Santiago Domecq. Se gustó Julián en un quite por chicuelinas con el compás abierto bajando mucho la mano. Dos medias y una larga como rúbrica. Brindó al público y lo sacó para fuera. Ahí, comenzó a fraguar el escandaloso triunfo. Dos tandas vibrantes con la mano derecha. Arrancaron los acordes de Concha Flamenca. El toro transmite, pero como el cuarto tiene ese puntito de brutote.
Da igual. Lo cuajó por ambos pitones el madrileño. Por el izquierdo, en la distancia corta, le cuesta más. Con la derecha, le baja muchísimo la mano. Lo ataca de verdad, con toques fuertes, y lo exprime al máximo. Pega una tanda al natural a pies juntos que pone la plaza en pie. El Puerto, rendido. Entregado. En la media distancia, aprovechando las inercias, llega otra tanda más de derechazos, vibrantes, emotivos. Completa con una tanda final al natural que sella por luquesinas y la plaza se alza. Un clamor. Hunde el acero tras volcarse sobre el morrillo y el tendido estalla. Dos orejas y rabo. 
El Juli, para entonces, ya había desorejado al segundo. Recibió al castaño con lances de mano muy baja a pies juntos. Chicuelina y media en el remate. El deSantiago Domecq galopó y humilló, pero parecía no estar sobrado. Brindis al público del madrileño, que le ofreció la muleta otorgándole sitio. Tuvo son y metió bien la cara en un viaje largo. Con recorrido. Más allá de la segunda raya instrumenta dos tandas con la mano derecha, la segunda rematada con un cambio de mano y el de pecho a pies juntos. Arranca la música, conscientes de la extraordinaria condición del animal.
Otra tanda más en redondo con el toro humillando de nuevo, antes de echarse la franela a la zurda. Se queda más corto por ahí y el aire incomoda más nuevamente. De nuevo, se protege con la ayuda montada por la derecha y le pega varias tandas bajándole la mano de esa forma tan característica en el deVelilla que, inteligente, lo deja respirar. Más derechazos y una trinchera de cartel de toros. Gran toro, que sigue embistiendo con una transmisión tremenda. El epílogo, tres circulares invertidos sin enmendarse. Se llegó a pedir el indulto tibiamente. No se dio coba Julián y hundió el acero. Estoconazo. Dos orejas yvuelta al ruedo para el bravo animal de Santiago Domecq.
Brindó El Juli su faena al bien presentado cuarto al futbolista bético Joaquín. Le había molestado mucho el viento en el saludo de capa. Una lástima porque el toro galopó y metió bien la cara. Buen puyazo de Barroso. Le arranca la muleta en el primer muletazo el toro y pasó un instante de apuro. Sin embargo, se lo saca a las afueras doblándose con él con torería. Se mueve, pero no tiene la misma condición del segundo, sale con la cara alta en una embestida sin entrega. No hay acople por el izquierdo y por el derecho con la mano muy baja le liga una tanda de enorme mérito. Vuelve a la zurda, con un punto de genio el astado. Faena con altibajos, pero de mérito y muchísima emoción dada por la condición del toro. Pasó mucho tiempo en la cara de la res y no era nada sencillo. Estoconazo fulminante y oreja.
De azul rey e hilo blanco, Morante saludó al jabonero de Núñez del Cuvilloque rompió plaza a la verónica. Lances en los que le importunó el aire. ElLevante arrecia esta tarde en El Puerto con fuerza. Fue un animal que tendió a meterse por dentro y humillar poco. Le faltó clase. Algo brutote, esperó en banderillas y después echó la cara arriba.Lo sacó el sevillano a los terrenos de las afueras, pero el toro demostró su falta de clase. Allí, además, molestaba más aún el viento. Eolo desatado. Lo intentó Morante por ambos pitones, pero el astado derrotaba a mitad del viaje y se frenaba. Acusó esa falta de ritmo y de casta. Silencio.
Serio por delante, el castaño tercero acusó toda su lidia un defecto en la visión. No se empleó y manseó lo suyo en los primeros tercios. Hizo cosas feas y salió con la cara alta. Toro muy deslucido. Pese a ello, logró robarle Morante tres naturales extraordinarios tragando mucho. La gente, expectante. Sin embargo, no pudo pasear de ahí. El toro no embiste, muy informal, no embiste nunca dos veces de la misma forma. Complicado de verdad, porque además soltó la cara en la mitad del viaje. Estocada corta que le hace caer rodado y silencio paraMorante.
No fue el lote ni el día de Morante con los de Cuvillo. Se relajó en el saludo a la verónica. Destacaron dos pinturas a la verónica, extraordinarias, meciendo la capa y cargando la suerte en los medios. La gente, deseando aplaudir. El toro salió siempre con la cara alta. Cabeceó un mundo. Muy deslucido, soltando la cara siempre y metiéndose por dentro. Siempre a la defensiva. Lo intenta el deLa Puebla, pero es imposible. División.
Hierro de Núñez del Cuvillo - EspañaPlaza de toros Real de El Puerto de Santa María(Cádiz). Temporada de verano. Casi lleno. Toros deNúñez del Cuvillo (1º, 3º y 5º) y Santiago Domecq, desiguales de presentación. Deslucidos y sin poder, los de Cuvillo, encastados y con transmisión, los de Santiago Domecq. El 2º, de nombre ‘Dulzarrón‘, gran toro, premiado con la vuelta al ruedo.Hierro de Santiago Domecq - España
Morante de la Puebla, silencio, silencio y división.
El Juli, dos orejas, oreja y dos orejas y rabo.