Diego Silveti se convirtió en el gran triunfador de la corrida nocturna, tercera de abono, celebrada ayer en León. El diestro azteca paseó sendas trofeos en su lote para abrir la Puerta Grande del coso de La Luz, que rozó el lleno con el principal aliciente de ver a Morante de la Puebla, que saludó una ovación en el que rompió plaza. Otras dos más desde el tercio recibió Arturo Macías. 
Silveti aprovechó la calidad del tercero, el mejor toro del encierro de Teófilo Gómez, para torearlo en la larga distancia que pedía el animal. Esas primeras tandas fueron vibrantes en una faena de más a menos, hasta que firmó una tanda de bernadinas sin la ayuda, que reactivaron al tendido. Acertó con la espada y oreja.
Otra más paseó del último, que tomó la muleta fruto de su movilidad, pero no terminó de entregarse. Le robó los muletazos el torero dinástico de uno en uno. Supo exprimirlo en esas cercanías y, tras volver a mostrar eficacia con el acero, ató la salida a hombros.
Derechazo de Morante, en el coso de La Luz I 
Morante, por su parte, regresaba a México después de su faenón en Insurgentes. Su primer paseíllo en el país azteca desde entonces. Su primero se dejó y el sevillano, que dejó un precioso quite por chicuelinas de mano baja, marca de la casa, lo toreó mientras duró. Buenos derechazos y remates con sello personal. Pero, se apagó enseguida.
Algo parecido pasó con el cuarto, muy justito de fuerzas, con el que hizo un esfuerzo. Labor técnica de largo metraje para ir dejando pases muy toreros, pero sin apenas ligazón por el escaso juego del animal. Ovación y palmas en su lote.
Puso toda la carne en el asador Macías con su primero en el capote. A portagayola, largas cambiadas posteriores y zapopinas de rodillas también para poner al tendido al rojo vivo. También de hinojos dejó un comienzo de trasteo que tuvo ligazón y muletazos de buen porte, pero el mal uso de la tizona, dejó todo en ovación.
El quinto cantó la querencia a las primeras de cambio y Macías tuvo que salir en su búsqueda para conseguir sacarle las tandas en sus terrenos. Allí logró hilvanar pases de todos los colores. Parecía de nuevo la oreja en su mano, pero misma película, volvió a pinchar y esfumarse los trofeos.
Hierro de Teofilo Gómez - MéxicoPlaza de toros de La Luz, León, Guanajuato (México). Casi lleno. Toros de Teófilo Gómez, desiguales de presentación y de juego variado. Destacó el 3º, por su calidad.
Morante de la Puebla, ovación y palmas.
Arturo Macías, ovación y ovación.
Diego Silveti, oreja y oreja.