Vídeo de la gran tarde Castella, en la Maestranza I TOROMEDIA
Un Castella casi Príncipe y un Manzanares al borde del rabo dieron categoría al cierre de la Feria de San Miguel. Ambos se sirvieron de dos toros buenos para firmar la mejor faena del francés en La Maestranza y recuperar la mejor versión del alicantino en su plaza idílica. Los dos remiendos de Hermanos Sampedro desdibujaron la armonía del toro sevillano y López Simón tuvo que pechar con el peor lote.
A porta gayola recibió Castella al primero para continuar con verónicas templadas y de mano baja. Hubo también un quite desde el centro con el capote a la espalda y cordobinas. Tras el brindis al público, un inicio torero. El toro, bien hecho, humilló con buen tranco y entrega. No se aburrió de embestir bien por el pitón derecho en las dos series siguientes en los medios que surgieron templadas y sin un pero. Por el izquierdo se rajó, desluciendo una serie con naturales sobresalientes. De nuevo por el derecho, ya en el tercio, volvió a brillar en lo que fue la mejor faena que ha firmado Castella en Sevilla. Mató de un estoconazo trasero y paseó dos orejas. El toro fue ovacionado en el arrastre. Más imponente aún de cara fue el cuarto, astifino y sin cuello. Tuvo genio y fue a peor en las primeras series que arrancaron la música por el derecho. Al natural fue difícil acompasar la embestida. Con la muleta puesta y perdiendo pasos le extrajo más por el derecho, esta vez con un toreo de garra más que de placer. En la espada estaba la Puerta del Príncipe que se le escapó. Saludó una fuerte ovación.
Vídeo de la gran obra de Manzanares en la Maestranza I TOROMEDIA
Todo volvió a la normalidad sevillana en cuestión de presencia, tras los dos toros de Hermanos Sampedro, con el quinto al que Manzanares saludó con gusto a la verónica. En la segunda serie dejó un cambio de mano que puso al público en pie. Fue un buen toro por ambos pitones y tras una serie al natural hubo otro cambio de mano soberbio. En los muletazos hubo compás y ritmo, hondura y elegancia. Y así alternando las series se fue a por la espada con los tendidos en pie. Hubo un trincherazo antes de colocar al toro para realizar la suerte recibiendo, fulminante tras el primer pinchazo. Se le pidieron con fuerza e insistencia las dos orejas y solo se le concedió una. Incuestionable obra deManzanares que fue ninguneada. El segundo, más basto, fue desigual en su embestida, bruto y reponiendo cuando peor lo hizo y complicado por el izquierdo. La labor de Manzanares no tomó vuelo.
Muy serio el tercero y cuesta arriba. Reduciendo distancias y adornando con molinetes López Simón procuró darle continuidad a la faena en un firme compromiso. Mató de estocada tendida y caída y saludó una ovación. Después encadenó una larga cambiada y un farol en el saludo al sexto. De rodillas también fue el inicio con la muleta por alto. El toro, descastado, tuvo sus complicaciones y no dio opciones.
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