La corrida del año en Las Ventas. O, como decían los aficionados al salir del coso, ‘una corrida de azulejo’. De azulejo en el patio de arrastre. Porque, en San Isidro, el encierro de Antonio Bañuelos lidiado el pasado domingo enMadrid, hubiera sido, sin duda, condecorado con tan prestigioso galardón. Seis toros de impecable presencia, con cuajo, trapío y hechuras, que además ofrecieron un juego muy completo. Pues hasta cinco de los seis astados permitieron el éxito de sus lidiadores.
Han pasado las horas, y el criador de tan bravo envío sigue recibiendo felicitaciones. ‘Un día muy importante en la historia de esta humilde ganadería’, señala el propio Bañuelos, antes de detallar los pormenores de tan bravo lote: ‘Lo primero que me gustaría destacar son las hechuras. Una corrida cinqueña, de largo cuello, manos cortas y pitones acodados, que ya el día del reconocimiento recibió la aprobación unánime y el aplauso de las autoridades’, explica.
‘La corrida estaba muy preparada -añade- La habíamos movido en el campo lo suficiente, no de modo exagerado, de modo que los toros estaban muy musculados, de modo natural. Y luego en la plaza tuvieron humillación, movilidad, entrega en el caballo… una de las cosas más bonitas fue una voz espontánea que salió del tendido diciendo ‘Así se viene a Madrid, ganadero’, además del saludo del mayoral al término del festejo, a petición del público, algo que en Madrid es muy difícil de ver y que me llena de felicidad’, reconoce el ganadero.
Cuando se le pide un análisis pormenorizado del sexteto, Antonio Bañuelos no duda en quedarse ‘con el sexto toro, que fue el más completo. Un toro con el que sueña cualquier ganadero y con el que Javier Jiménez estuvo sensacional, igual que con el tercero, que también tuvo mucha calidad; el lote de Huertas fue muy toreable y el único pero fue el cuarto, que se afligió muy pronto porque una banderilla quedó en el hueco de uno de los puyazos’. ¿Influyó en algo que la corrida fuese cinqueña? es otra de las cuestiones latentes a posteriori que Bañuelos desentraña: ‘Influyó en su remate, no en el comportamiento. La corrida, al tener un año más, estaba más hecha, tenía más trapío, y su seriedad era mayor, pero su modo de embestir era algo que ya llevaban dentro’.
Hace dos años también lidió un encierro de gran nota en Las Ventas ¿igual o mejor que este? El ganadero burgalés responde: ‘Aquella fue también una corrida muy completa, pero los goles suenan más, y este año ha habido una Puerta Grande, se pudieron cortar más orejas… todo fue más rodado’. ¿Y ahora qué? ‘Bueno, después de esto nos queda Palencia y Guadalajara, y para el año que viene tenemos una camada muy completa, de 80 toros, con esas hechuras a las que antes hacía referencia. Esperamos que se parezcan un poco a los del domingo’, finaliza.
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