La faena de Talavante y su explosión de toreo al natural marcó el tercer festejo de la Feria de Los Remedios de Colmenar Viejo. Enorme el extremeño con un gran toro de una notable corrida de Jandilla, de preciosas y armónicas hechuras, que debería marcar la pauta del trapío del toro a lidiar en esta plaza. Junto a Talavante salió en hombros López Simón mientras Castella obtuvo una oreja del lote menos colaborador. Todo con un excelente ambiente en los tendidos, que rebasaron los tres cuartos de aforo cubiertos.
El sobrero quinto fue el toro de la corrida. No desentonó en hechuras de sus hermanos pero acometió de modo más humillado, con más recorrido y boyantía que sus hermanos. Talavante lo toreó a la altura de su embestida. Empezó directamente sobre la mano zurda, base fundamental de su obra y por donde el trasteo adquirió su importancia. Lo toreó soberbio el extremeño,  con soltura, elegancia y naturalidad, sin atisbo alguno de afectación o rigidez. Faena exquisita, coronada de modo soberbio con el acero, porque Talavante aseguró la espada quedándose en la cara. Las orejas y la vuelta para el toro (que tuvo una tímida petición de indulto), indiscutibles.
Aunque resultó manejable, principalmente porque fue pronto y fue obediente a los toques, tampoco acabó de entregarse ni de colocar la cara el segundo. La faena de Talavante transpiró facilidad, sobre todo porque fue un trasteo nada forzado, de buen hilván, aderezado además con vistosos remates. Una faena agradable a la vista, para la que incluso se demandó trofeo pese a los dos pinchazos previos a la estocada.
El tercero tuvo calidad aunque se vino un tanto abajo en la última parte de la faena de López Simón, que brindó a la viuda del llorado Víctor Barrio, a cuya Fundación donó el torero de Barajas los honorarios de esta corrida. La faena tuvo un arranque sobresaliente, con el toro abriéndose de los vuelos y el torero aguantando vertical y encajado su embestida en dos series, una por cada pitón, de gran entidad. Luego perdió fuelle, el torero sostuvo la faena con recursos y fue recompensado con un oreja.
Tuvo recorrido, prontitud y entrega el sexto, otro toro francamente bueno al queLópez Simón saludó a pies juntos y principió faena de modo estoico entre las rayas. Además de su ritmo y ligazón, vértices esenciales del trasteo, destacó el manejo de su mano zurda, por donde el toro se abrió más de los vuelos, en las dos series más rematadas de la faena. Cortó una oreja después de una estocada desprendida.
El primero se movió de modo poco uniforme, soltando la cara de vez en cuando, y con desigual recorrido en cada muletazo. Castella se afanó por meterlo en vereda en una trabajo sincero pero infructuoso por la falta de ritmo del astado.
El castaño cuarto tuvo nobleza pero también le faltó raza, sobre todo para empujar el engaño del embroque en adelante. Tuvo un comienzo inesperado la faena de Castella porque el toro le sorprendió cuando se disponía a brindar, y tuvo que improvisar un inicio por alto, que precedió a una obra basada en la mano derecha, con la ligazón y limpieza como coordenadas y una contundente estocada como refrendo del trofeo al que se hizo acreedor.
Hierro de Jandilla - EspañaPlaza de toros de La Corredera. Tercera de la Feria de Los Remedios. Más de tres cuartos de entrada. Toros de Jandilla, el 3º y el sobrero 5º con el hierro de Vegahermosa, de extraordinarias hechuras, un trapío armónico y nada exagerado y salvo el primero, de buen juego en términos generales. Destacó el 5º, número 22, Organizador, premiado con la vuelta al ruedo. Bravo el sexto.
Sebastián Castella, silencio tras aviso y oreja;
Alejandro Talavante, ovación tras petición y dos orejas;
López Simón, oreja y oreja.