Ha pasado un mes desde que un escalofriante percance estremeciera a todo el mundo aquella tarde en la plaza de toros de Pamplona. Ante los Cebada Gago, Javier Jiménez fue protagonista del milagro de salir vivo tras una tremenda voltereta que se saldó con una complicada lesión cervical. Ya está totalmente recuperado y con el ánimo intacto en un corazón que bombea a borbotones las ganas. Ahora le esperan los de Partido de Resina en Málaga.
- ¿Cómo se encuentra?
- Muy bien. El lunes día 8 estuve en el médico y todo está perfecto. Ese mismo día por la tarde estuve de tentadero en Partido de Resina y el martes en La Quinta y no sentí ningún dolor y me sentí muy bien delante. Como si no hubiera estado parado.
- Esa sensación es fundamental…
- Cuando estaba el sofá o en la cama sIn poderme mover pensaba “veremos a ver cómo voy a salir”, pero afortunadamente he pensado mucho, he visto muchos vídeos…El trabajo mental es igual de importante de que el físico y también tenía unas ganas tremendas de torear así que cuando he vuelto he disfrutado como hacía tiempo que no disfrutaba.
- Más allá de la tremenda lesión, en Pamplona mostró una gran dimensión.
- Sí. Ya en Sevilla, ante el toro que no le corté oreja, hice la mejor faena que hecho como matador de toros. Hace dos o tres años no hubiera sido capaz de hacerla porque el toro transmitía poco pero fui capaz de sacar toda esa evolución. Y en Pamplona más allá del porrazo lo estaba toreando muy a gusto, como yo lo siento.
- ¿Esa expectación que levantó el nombre de Javier Jiménez a raíz de lo de Pamplona se ha traducido en más fechas?
- Voy a Madrid el 21 y para septiembre están empezando a salir cositas. Sí que es verdad que no se está traduciendo como era de esperar pero hay que ser consecuente y lo que se traduce de verdad son las orejas. Es verdad que tuvo mucha repercusión pero las orejas hay que cortarlas también aunque el aficionado y el profesional me van tomando más en serio. Ahora tengo Málaga y Madrid que son muy importantes y es cierto para romper todo esto hay pegar un aldabonazo fuerte pero mientras llega hay que ir pegando toques de atención: llegar a la cima en cuatro paso en vez de en dos, aunque hay que llegar.
- Y ya que estuvo tentando allí, ¿qué me dice de los de Partido de Resina?
- Nunca he toreado ninguna corrida pero el otro día el tentadero sirvió muchísimo. No es por darnos coba pero es que las dos becerras salieron muy bravas y humillaron así que como la corrida de toros (de Málaga) sea así será un espectáculo muy bueno.
- Será la primera vez que haga el paseíllo en La Malagueta.
- Tengo mucha ilusión. He visto toros allí y es una plaza que me impresionó por el ambiente a la vez serio pero también muy del sur. No se cortan orejas fáciles pero el público es muy de aquí y además es preciosa. El maestro Espartaco siempre me ha hablado mucho de ella.
- ¿Y qué le ha dicho?
- Que era una de sus plazas y que le encantaba torear allí.
- ¿En qué momento llegará a Málaga?
- Vengo en un momento en el que lo veo clarísimo delante de cualquier animal. Lo veo claro y estoy disfrutando todo lo que hago. Hay que controlar la presión que ya de por sí se tiene porque si no te atenaza. Mi mayor preocupación es que el que me vea disfrute con lo que hago. El mayor halago que me pueden decir es que les he hecho llorar o que les he puesto los vellos de punta. Estoy muy feliz con la vida que tengo.
- Y además será una corrida televisada.
- Me hace ilusión porque la poca gente que me conoce es gracias a las novilladas de promoción televisadas por Canal Sur y en aquella época (2008 y 2009) me sirvió muchísimo. Que ahora me vuelva a televisar ya de matador de toros me hace muchísima ilusión.
- ¿En qué ha cambiado Javier Jiménez desde que le veíamos en la Novilladas de Canal Sur?
- He cambiado muchísimo. Sobre todo a raíz de empezar con José Luis Peralta. Yo tenía un concepto más de pelea y él me inculcó que el toreo de guerra tiene poco y que es un sentimiento y hacer disfrutar a la gente. Mi concepto era más tosco, me he refinado muchísimo y he puesto estética a mi idea torear con profundidad. Y eso lo he sentido en Sevilla, Madrid o Pamplona.
- Sólo queda desearle suerte…
- Muchas gracias. Es la vuelta de los Pablo-Romero que sé que tenía mucho éxito en Málaga. Esperemos que salga bien y que disfrutemos todo el mundo.
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