Aunque a veces las buenas vibraciones suplan una ausencia de triunfo, hay situaciones que son complicadas de asimilar. Y volvemos al inicio de la historia: la escasa traducción en fechas de su triunfo de Madrid: “Duele, pero a lo mejor los tiempos han cambiado. Cuando antes los toreros triunfaban de esa manera rotunda, servía y los empresarios soñaban con que los toreros triunfaran para poder anunciarlos, pero no guardo rencor a la profesión. Ahora estoy decidido a seguir luchando cada día como lo hago y que llegue a la temporada plenamente preparado para hacer lo que tengo que hacer y que pasen esas cosas para seguir dando más motivos a los empresarios, porque el aficionado sí tiene ilusión y ganas de verme y por ellos hay que seguir ilusionándoles y a la gente que no me conozca, que no tenga aún un concepto de mí que se ilusione conmigo”. Frente a todo, el burgalés confía en sus posibilidades y en sus circunstancias: “Estoy seguro de que si sigo manteniendo el nivel estaré en muchas ferias. Cada día así me lo transmite el ‘Maestro’; el tener una persona de ese nivel y categoría en lo personal y en lo profesional al lado es muy importante tanto para defender lo que se hace en las plazas como para ampliar horizontes”. El Maestro al que se refiere con tantos elogios es José Ortega Cano, su apoderado desde este otoño. Ya en el año 2012 “hubo un acercamiento pero no era el momento idóneo y por eso no se fraguó”. “Estoy muy a gusto en lo que llevamos de preparación y me hace mucha ilusión de tener una persona de ese nivel al lado y quiero hacerle feliz y que se sienta realizado también en esta faceta”.
Nuevos aires en su vida cuando se cumplen 10 años de su alternativa. Un camino que está siendo una rueda de vivencias “a través los valores que esta profesión tiene”. “Uno descubre lo que es la vida a través del toreo: el sacrificio, la dureza, el triunfo y otras muchas cosas positivas. En el momento del colofón, de abrir la puerta grande, se te pasan tantas imágenes de lucha que me siento muy recompensado con mi profesión y con lo que ella significa. Lo vivido no lo cambio por nada”, afirma con rotundidad.
En ese camino de la vida hay hueco también para cumplir con los sueños. La vinculación de su familia con el campo hizo que despertara en él el deseo de hacerse ganadero y esa llama prendió con el hierro de ‘Toros de Castilla’. Aunque en un principio su entorno quiso quitarle esa idea de la cabeza por si pudiera convertirse en una distracción para él fue todo lo contrarios. “Para mí es una gran satisfacción. Estoy muy feliz. No me considero ganadero porque no tengo ese nivel, estoy empezando. Espero seguir haciendo las cosas bien o como yo creo que están bien hechas y seguir alcanzando metas ya que muchas veces en esos momentos duros de la profesión me empuja la ilusión que tengo depositada en la ganadería”.
Más allá de unir su vida profesional al maestro Ortega Cano, Morenito de Aranda también ha renovado y cerrado la cuadrilla para 2016 con Héctor Piña y José Quinta de picadores, Juan Martín Soto, José Manuel Zamorano y Pascual Mellinas como banderilleros y Raúl Felipe Sánchez y Juan Pedro García como mozo de espadas y ayuda respectivamente. Y como acaba de empezar el año, toca también hacer propósitos: “Digo yo que estaré en algunas ferias que sueño. Quiero estar con la ilusión que tengo, con el deseo que tengo de mostrarme delante del toro, de poder competir, de estar en el nivel que merece la pena y estar entregado. Estoy seguro que con eso saldrán las cosas”.
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