El aviso de No hay entradas se colocó en las taquillas de la plaza tres horas antes del inicio del festejo de anoche en Manizales. La categoría de los diestros anunciados y el encierro de Ernesto Gutiérrez lo hicieron posible. El encaste propio de Ernesto Gutiérrez, con procedencia Murube – Santacoloma, es prenda de garantía donde se lidie. Su nobleza, bravura y toreabilidad quedó una vez más demostrada en cuatro de los seis toros de lidia a pie.
El de rejones fue extraordinario, con recorrido templado, prontitud en las arrancadas que permitió el lucimiento de Diego Ventura con las banderillas al quiebro montando su estrella Oro, y el alboroto mayor con Toronjo a dos manos. Efectivo el rejón y certero el descabello. Solo una oreja concedió la Presidencia cuando la afición pidió con fuerza las dos.
Triunfal en todo aspecto fue la actuación de los diestros que acompañaron al inicio la procesión por el ruedo de la Virgen Macarena mientras en las manos de los aficionados se encendieron catorce mil farolillos que iluminaron la plaza.
Enrique Ponce rayó la perfección, pues su faena fue un modelo de temple, suavidad y maestría. La garra, la casta, y la técnica de El Juli ante un gran toro premiado con la vuelta al ruedo fue todo un tratado de la mejor tauromaquia. No se quedó atrás Sebastián Castella a quien le correspondió el más complicado del encierro, pitado con fuerza en el arrastre. El torero francés elegantemente vestido expuso demasiado en series obligadas por ambos pitones.
Triunfo apoteósico, rotundo, completo de Alejandro Talavante ante un toro muy bravo, serio y complicado. Torero enigmático que con valor desmesurado y pureza de movimientos domina los toros por difíciles que parezcan. Su excelente actuación fue reconocida con la corona de cafeto que paseó en la triunfal vuelta al ruedo con las dos orejas.
Manuel Libardo tuvo un buen toro por delante y supo ligar los pases con la derecha siendo ovacionado con justicia. Una pena el espadazo caído que remató este noble ejemplar aplaudido en el arrastre. Cerró el festejo el torero de la tierra Santiago Gómez, atención que la empresa hizo al paisano, y de poco le sirvió ante el impresionante atropello que le hizo el toro al inicio de faena estando de rodillas, menos mal, solo el susto de la plaza entera