Sucesión de conquistas

Todo. Lo ha conquistado todo. Allá donde ha podido torear, Diego Ventura ha hecho suyo cada territorio. Su 2015 ha sido una sucesión de conquistas. Entre 'Sueños' y 'Remates' -dos de sus caballos estelares y dos de las palabras más utilizadas en su temporada- el hispanoluso ha llevado el toreo a caballo un paso más allá.

Porque el rejoneo, como el toreo mismo, evoluciona. Y el progreso sentido en 2015 ha sido en gran medida culpa de Diego Ventura. Las casualidades no existen; fue el propio Ventura quien decidió evolucionar por su cuenta. Visto en perspectiva, el nuevo apoderamiento con la Casa Lozano ha sido un éxito. El de La Puebla del Río ha llegado un tranco más lejos en ajuste, riesgo, elegancia... Todo ello en un mercado a veces tan triunfalista como el rejoneo en el que los números pueden engañar, pero en el caso de Ventura no hacen sino constatar la fuerza de un ciclo casi perfecto.

Al casi le faltó un rabo en Madrid. Ese que no se atrevió a dar el Presidente tras una faena perfecta... y haber sacado él un tercer pañuelo en el Palco. Atrás había quedado ya Sevilla, con su décima Puerta del Príncipe. Y por delante habrían de venir otras citas históricas: el doblete de Puertas de los Cónsules en Nîmes, el rabo en Albacete -primer rejoneador en lograrlo-, tardes de ambición desmedida en Córdoba, Santander, Cuenca, Lisboa, Burgos, Zamora, Gijón, Plasencia... También América, con Manizales y Duitama como grandes ejes. Sin llegar a la cincuentena en una campaña medida, impresiona.

¿Y qué queda por hacer? Él lo tiene claro. La ambición no se le agota tras diecisiete temporadas de alternativa. Se marcó muchos retos en un 2015 que podía ser una incógnita y, como él mismo reconoce 'ver que todo se ha cumplido es tan placentero como milagroso'. ¿Qué se puede esperar de él en 2016? Es evidente: todo.

La temporada 2015 de Diego Ventura en datos: