Compromiso y solera

No ha sido una temporada arrolladora. Ni falta que hizo. Porque con más de 25 años de alternativa a sus espaldas y casi dos décadas sosteniendo un espectáculo que le debe gran parte de su crecimiento y transformación, en España y América, tiempo es que el maestro, pese a su gen competitivo, se dedique a disfrutar de sus logros desde su privilegiada montura.

Por eso, porque sin la necesidad de una reivindicación constante el toreo surge con más poso, las actuaciones de Hermoso en 2015 han tenido más trasfondo de lo que cuentan los números. Y eso que el navarro tuvo que hacer frente a una inesperada ausencia, la de Chenel, que enfermó en plena temporada americana y murió de manera repentina.

Una baja sensible, por el significado y el peso que el equino tenía en la cuadra, que permitió sin embargo que Disparate se consolidara como gran figura -no sólo por ser el ejecutor de la cada vez más célebre 'Hermosina', y los tercios de banderillas de Napoleón cotizaran al alza. Ambos brillaron a gran altura, por ejemplo, en Lisboa.

El último tercio lo siguió capitalizando Pirata, uno de los caballos más completos que han existido en este tercio y posiblemente el más seguro y el de más fiabilidad que haya tenido nunca Hermoso, por encima incluso del valiente Sármata, aquel equino de sangre mexicana que alcanzó gran popularidad por los llamativos mordiscos que repartía a los astados.

Precisamente su ausencia a final de temporada debido a una inoportuna lesión mermó el balance numérico del ejercicio del estellés, quien aguarda en su refugio espiritual de Zaraputz a que arranque el 2016, un año que como es habitual iniciará en México, su otra patria, para, a primeros del mes de mayo comenzar su temporada europea, a priori más reducida y selecta en el número de actuaciones, pero igualmente exigente en compromiso y solera.