‘Dios me ha dicho: Vete a Pamplona y demuestra quién eres’… Por mandato divino, a Pamplona ha de ir. Hasta allí se ha plantado ya con un firme propósito: ‘Darle un beso a un Miura’. Parece un chiste. Una broma. O un farol…, pero no lo es. Semejante locura está dispuesto a llevarla a cabo El Séneca, que a sus 61 años regresará un año más a la ciudad foral para darle el pase de su vida a un toro bravo en el encierro. Ese que lleva tan dentro quien no pudo ser torero y daría su vida por serlo. Pero dice que este San Fermínestá dispuesto a ir mucho más allá. Para hacer lo que ‘nadie ha hecho nunca jamás’. 
Desde la Cuesta de Santo Domingo, su ‘rincón mágico’ en el que recibe con la pierna flexionada a los toros, ironiza sarcástico con pamplonicas y forasteros: ‘¡Señoreees! ¡Ahí hay un coche de la funeraria… Y es mío…!’ o ‘¡Señoreees!, ¿el cementerio está muy lejos de aquí…?’. Asegura que‘Dios’ le ha ‘dado un don especial’ por el que se ‘comunica con los toros’ y que al encontrarse con el astado: ‘Al toro yo le digo: Ves con Dios porque tú y yo hemos nacido para esto. Yo hablo con el toro y me entiende.’ 
Famoso en el lugar, dice que hasta ‘policías y toreros me piden autógrafos’.Un día antes de emprender rumbo a la vieja Iruña, José Francisco Fuentes García, alias ‘El Séneca’ aterrizó en Mundotoro para contar su insólita y sorprendente historia. Dicen que hay besos que matan. Pasiones que enloquecen. Y locuras que apasionan. Las suyas sobrepasan lo imaginable. Un cuerdo loco que a nadie deja indiferente…