El cuarto de la tarde permitió volver a ver el toreo al natural de El Cid. El torero de Salteras se las vio con un toro de Victorino Martín que embestía con calidad y humillación por ese pitó y armó varias series de toreo templado y mano baja. Tras una estocada entera, y a pesar del descabello, cortó una oreja.
La historia común de Juan del Álamo y Victorino Martín no pudo tener mejor comienzo: el torero salmantino cortó las dos orejas de un toro de vuelta al ruedo. Faena rotunda, caracterizada por el temple, ante un astado que humilló en la muleta, que fue fijo, que tuvo recorrido y que transmitió.
Manuel Escribano cortó una oreja del segundo de la tarde. Fue un toro de Victorino Martín que se dejó en el caballo y se movió en banderillas. El torero de Gerena aprovechó que el toro humillaba y obedecía a los toques y lo muleteó sobre ambas manos en una faena que tuvo transmisión y recorrido, dos virtudes del toro. Tras una estocada, paseó la oreja y el toro fue aplaudido en el arrastre.
El Cid no tuvo opción con el primero de la tarde, un toro de Victorino Martínque presentó muchas complicaciones
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