Azulejo homenaje a Iván Fandiño en Las Ventas I 
Aún resuena en la memoria la algarabía de la marabunta enfervorizada aclamando al ídolo. Aquellos ecos de la Puerta Grande con la que el León de Orduña se consagraba abriendo por primera vez la Puerta Grande de Las Ventas. Parece que fue ayer aquel 13 de mayo de 2014 con sabor a gloria. El corazón sigue palpitando con la misma fuerza recordando al héroe entrando a matar sin muleta a matar o morir aquel día, el mismo en el que cuatro años después
, Madrid rendía ayer honores al que ‘entregó la vida por la Gloria del toreo’ descubriendo un azulejo que ya luce en el muro de los bajos del Tendido 1 de la Monumental de Las Ventas.
Las lágrimas de un padre roto, en representación de la familia, brotaban abrigadas por el calor del Fandiñismo más puro, sus más fieles seguidores, poco antes de que Paco Fandiño, que no pudo pronunciar una sola palabra, retirara la bandera que dejaba al descubierto un mosaico en reconocimiento al‘ejemplo de valor, estoicismo y heroicidad’ y ‘en recuerdo de los 33 paseíllos’ que Iván Fandiño trenzó en Las Ventas, de esa ‘salida en hombros en 2014 y de la histórica corrida como único espada en 2015’.

Inauguración del mosaico a Iván Fandiño en Las Ventas I linea-punteada-firma1
Una sobrecogedora ovación arropaba ese llanto cuando un nudo ahogaba la garganta de los presentes recordando a un héroe que lo dio todo por la tauromaquia. Hasta su propia vida. Ese que desde que se presentó en Madridtuvo un idilio con Las Ventas como lo demostró tantas y tantas tardes cortando hasta trece orejas en las 33 tardes que pisó el ruedo madrileño.‘Torero de Madrid’. Así lo definió el propio gerente de Asuntos Taurinos,Manuel Ángel Fernández, al abrir el acto de inauguración de una cerámica honorífica que responde al homenaje que le rindió la Comunidad de Madrid en respuesta a la petición de los aficionados.
Junto a toreros de época y escoltado por figuras históricas como Rafael Ortega, Luis Miguel Dominguín, Diego Puerta, Gregorio Sánchez, César Rincón, entre otros, la placa a Iván Fandiño cuelga desde ayer sobre la pared aledaña al patio de arrastre. Pero más allá del privilegio de estar rodeado por los grandes, el lugar no deja de parecer sombrío. Lúgubre. Desangelado. Casi como tapado. Porque justo enfrente, a escasos tres metros, una escalera de subida a los tendidos parece querer ‘esconder’ estos azulejos honoríficos perpetuos.
Paco Fandiño descubre el azujelo a su hijo en Las Ventas I linea-punteada-firma1
No era ése el espacio que merecía un héroe inmortal. Porque el sitio referencia en Las Ventas que de forma unánime todo el mundo siempre relacionará para los restos con el León de Orduña es sin duda, ‘su’ rincón del patio de cuadrillas. Por algo es conocido como ‘el rincón de Fandiño’. Los propios aficionados así lo demandaron movilizándose con una recogida de firmas en la plataforma Change para conseguir una placa en esa ubicación para el diestro. De poco o nada sirvió, aunque la petición ahí queda.
El rincón de Fandiño en el patio de cuadrillas de Las Ventas I 
Nunca es tarde y siempre hay tiempo de enmendar los errores. Tampoco lo es para promover un monumento en las inmediaciones de la Plaza capitalina para un torero de la talla de Iván Fandiño. Mejor eso, que parafrasear aMachín en su emblemático bolero, y ‘No arrepentirse después de lo que pudo haber sido y no fue…’. El movimiento se demuestra andando. Pero hay que moverse. El León lo merecía. Y Madrid está en deuda. Al César lo que es del César.