Talavante se acuerda de Talavante

Vídeo resumen de la segunda de San Miguel I TOROMEDIA

Fue una aproximación, y casi, un reencuentro de Talavante con Talavante.Por momentos. Y a ratos, Talavante se acercó a sí mismo, en su mejor toreo al natural en el buen segundo de García Jiménez en la Maestranza de Sevilla. Y así fue cómo el público hispalense se encontró con el Talavante que la gente esperaba. Soberbio al natural, aunque a ráfagas. La espada se le atravesó y perdió premio con Sevilla a sus pies. Porque así, hasta a medio gas, Talavantees diferente a todo. Hasta el punto, de que en su segundo turno, consciente de lo que tiene que ser una figura, se tiró a matar a toma y daca, justificando así más que de sobra la única oreja de la segunda de San Miguel, y hasta hubo petición de la segunda.

Beneficiado el extremeño por un lote interesante de García Jiménez, aunque al encierro, a excepción del deslucido sexto, le faltó salirse de los vuelos de la muleta. Talavante tuvo que lidiar a ese último por la cornada que había sufrido en la axila derecha Rafael Serna al entrar a matar al toro de su alternativa, ante el que se mostró centrado y decidido. Quizá se echó en falta más apoyo de su público de Sevilla, el mismo que lo sacó en volandas de novillero sin caballos. No tuvo lote apto ni para torear ni para asustar, Roca Rey, que saludó dos ovaciones.

Con gran decisión se fue Rafael Serna a recibir a ‘Almendrito’, el toro de su alternativa, en una portagayola comprometida, en la que le tiró la montera al suelo. Lo saludó después en varias verónicas acompasadas y templadas. Muy metido y centrado, el espada quitó por ajustadas chicuelinas rematando con una media muy buena, con sabor. Respondió Talavante al toricantano por el mismo palo abrochado con una preciosa larga. Serna brindó el toro del doctorado a su padre. Comenzó la faena sometiendo al animal en elegantes doblones, con mando, ante un toro que tuvo chispa y prontitud en ese arranque de faena. A partir de ahí el toro perdió ese fuelle, y fue noble y obediente. Serna intentó hacerlo romper en una labor pulcra y decidida, pero le faltó transmisión a su oponente para que el trasteo llegara al tendido. Al entrar a matar, el toro le prendió de manera dramática en la axila derecha rompiéndole la chaquetilla en unos angustiosos instantes. Inmediatamente fue trasladado a la enfermería y ya no pudo lidiar al sexto.

Por eso, la corrida quedó en un mano a mano entre Talavante y Roca Rey. A una mano, con torería, Talavante recibió a portagayola al segundo, un toro bien hecho con el hierro de García Jiménez al que recibió con una larga cambiada templadísima y al que después toreó con suavidad a la verónica. Lo puso en suerte en el peto con garbosas chicuelinas al paso. Roca Rey no perdió su oportunidad y firmó un extraordinario quite, variadísimo, por saltilleras, cambiando el pitón en la segunda, tafalleras y después por caleserinas, rematando con una gaonera.

Doblones toreros para comenzar la faena. La primera tanda, muy buena al natural, ante un toro con clase y ritmo con un excelente pitón izquierdo. Lo aprovechó Talavante en otra gran serie, con tres soberbios naturales de frente. Otros tres naturales, de frente, encajando los riñones, verticalizando la figura, con la figura relajada, con un molinete invertido. La Maestranza en pie. Brotó el sentimiento, la estética, el torero desmayado, templadísimo, con enorme naturalidad, la inspiración de Talavante a flor de piel, en una faena al natural a rágafas, con momentos muy lucidos e intensos. Se le atascó la espada y pinchó hasta en seis ocasiones. A pesar de ello, el público le obligó a saludar una gran ovación tras aviso.

Después, se libró de manera milagrosa de una cornada al entrar a matar al cuarto, que lo prendió de muy fea manera dándole una paliza que le rompió la taleguilla en unos angustiosos instantes. Se había desmonterado Juan José Trujillo en banderillas en este ejemplar, que tuvo buena condición, al que el extremeño toreó con temple y despaciosidad en una labor de momentos intermitentes. La heroica manera de dejar la estocada y la muerte espectacular del animal hicieron asomar los pañuelos. Y Talavante fue premiado con una oreja.

Rafael Serna fue trasladado al Hospital y en su lugar Talavante lidió al sexto, un toro con mucha alzada, al que saludó nuevamente a portagayola el extremeño. Abanto y deslucido, no mostró ningún celo y se pegó una fuerte costalada de salida. El toro se vino a menos y se paró pronto, por lo que apenas pudo esbozar faena el extremeño.

Al tercero le faltó fondo y duración. Talavante se lució en un vistoso y despacioso quite por chicuelinas. Con mando, Roca Rey lo aprovechó mientras le duró en una faena en terrenos de cercanías. Pero pronto, el toro se vino a menos. Mató de estocada caída y saludó una ovación. Aleonado por delante, muy serio y con menor remate por detrás, al castaño quinto Roca Rey lo saludó ganándole terreno con muy buen aire a pies juntos a la verónica. Brindó el peruano al público, que comenzó la faena con escalofriantes pases cambiados por la espalda ante un astado que no terminó de romper hacia adelante. Roca Rey lo sometió con mando en una labor en la que se mostró muy entregado tratando de empujar la embestida, aunque no pudo tener lucimiento por la condición de su oponente. Tras pinchazo y estocada, saludó una ovación.

Plaza de toros de la Maestranza de Sevilla. Lleno. Toros de García Jiménez, Olga Jiménez (1º y 5º) yPeña de Francia (6º), manejables, los mejores fueron el buen segundo y el cuarto. A menos tercero y quinto. Deslucido el sexto. Alejandro Talavante, ovación tras aviso, oreja con petición de la segunda y silencio en el que mató por Rafael Serna; Roca Rey, ovación en su lote; Rafael Serna, que tomaba la alternativa, herido; ovación que recogió su cuadrilla en el único que mató. Incidencias: Saludó en banderillas Juan José Trujillo tras parear al cuarto.