Video de la faena de El Juli I 
A gritos de esperanza. Pontevedra afinó su desgarrada garganta en la primera corrida de la Feria de la Peregrina. Las Peñas y la afición colmaron casi en plenitud los tendidos del coso de San Roque y bramaron con bravura ante las moruchas embestidas de las Mareas antis de Galicia. Rompiendo una lanza en favor de la Fiesta. En una tarde de argumentos nada peregrinos, con el poderío magistral de El Juli, que cuajó a su lote con mando, y la ‘bella raza’ de Ferrera, que sufrió un volteretón de órdago en el minuto cero al que respondió cortando dos orejas. Así abrieron la Puerta Grande en una corrida interesante y variada de Alcurrucén, de la que destacaron los buenos segundo y tercero en unaPontevedra que mantiene la esperanza de la libertad taurina en ‘terras galegas’.
La corrida comenzó con la angustia de una fuerte voltereta a Ferrera nada más abrirse de capa. Serio, armónico y bien presentado, el primero de Alcurrucén le arrolló al recibirlo a la verónica. Cojeando y dolorido, pero sin apenas mirarse, se rehizo el torero, volviendo a la cara de su oponente para ponerlo en suerte en el caballo con un ajustado y sentido quite por chicuelinas. No sé dejo nada el extremeño después, que brindó un soberbio tercio de banderillas ante un toro con poder. Faena de peso, importante, de mucha capacidad y solvencia ante un ejemplar exigente que tuvo fijeza, prontitud y duración pero que no fue nada fácil. Inició la labor sentado en el estribo con torería para acabar dándose un arrimon entre los pitones con gran autoridad. Estocada y dos orejas de ley.
Espectacular también fue el tercio de banderillas al serio cuarto, que tuvo emoción ante los vibrantes palos del extremeño. Siguió caldeando el ambiente el torero iniciando la faena de rodillas, ante un astado manso que embestía a su aire. A base de buscarle las vueltas, el torero orquestó una labor de largo metraje que emborronó con la espada. Fuerte la ovación con saludos.
Salió frío de salida el segundo, un toro más vareado al que El Juli metió en el capote pronto en mecidas y templadas verónicas. Soberbio el quite por chicuelinas de manos muy bajas con el compás abierto. La faena de figura, ante un toro noble, con clase y movilidad al que El Juli cuajó con poder, mano baja y mucho temple, de principio a fin, aunque al final el animal intentara buscar las tablas, defecto que el de Velilla suplió llevándolo muy toreado en todo momento. Media estocada bastó para que cortara una oreja, porque la faena, de entrar la espada, era de premio mayor.
El Juli meció con temple a la verónica al quinto, que embistió descompuesto en los primeros compases de la faena. Pero la suavidad y el mando del madrileño metieron en la muleta al astado, que fue agradecido y terminó acometiendo en un trasteo de dominio, temple, poder y mano baja de enorme autoridad. Mató de estocada algo trasera y tendida y por eso sólo paseó un trofeo. El que le abría la Puerta Grande.
El tercero fue otro toro armónico al que Roca Rey lanceó con buen aire por delantales y después por caleserinas y tafalleras en el quite. De infarto fue el comienzo por ajustadísimos pases cambiados, ante un ejemplar boyante, noble y con clase al que el peruano toreó por momentos con superioridad al natural en una actuación intermitente en la que también destacaron los improvisados cambios de mano en medio de algunas tandas. El final por manoletinas siguió prendiendo la mecha antes de dejar una estocada. El público pidió con fuerza las dos orejas, pero el palco dejo el premio en una sola.
Roca Rey no acompañó a Ferrera y El Juli en volandas por su fallo con la espada en el sexto, un toro noble y manejable al que le faltaron finales al que el peruano saludó con suavidad a la verónica y alegre por chicuelinas de salida. Galleó por tapatías después con garbo al colocarlo en suerte en el caballo en una faena en la que estuvo muy dispuesto y entregado consiguiendo buenas series por ambos pitones. El final, despojándose de la ayuda, toreando por luquecinas tuvo magia y sorprendió al público. Sin embargo, una estocada defectuosa le dejó sin Puerta Grande. Y saludó una ovación tras aviso.
Hierro de Alcurrucén - EspañaPlaza de toros de Pontevedra. Casi lleno. Primera de la feria de La Peregrina. Toros de Alcurrucén, de variada tipología pero serios, armónicos y bien presentados. De juego interesante. Destacaron el noble y enclasado segundo y el boyante y buen tercero. Exigente el primero, manso el cuarto, descompuesto pero agradecido el quinto; manejable aunque sin finales el sexto.
Antonio Ferrera, dos orejas y fuerte ovación con saludos;
El Juli, oreja y oreja;
Roca Rey, oreja tras aviso y fuerte petición de la segunda y ovación tras aviso.