Plaza de toros de Villena I
La plaza de toros de Villena es una de las pocas plazas de toros existentes en la provincia de Alicante. Se inauguró en el año 1924, con aforo para 10 000 personas, y se reinauguró el 26 de marzo de 2011 como coso taurino y multiuso, que costó 15 millones de euros. Desde entonces, ha realizado muy pocos espectáculos taurinos debido a la negativa de Los Verdes a conceder ningún tipo de permiso ni para festejos populares, ni para corridas de toros.
En el reglamento de uso de la plaza de toros se instituye que se evaluará el beneficio y rentabilidad social y cultural de los espectáculos que se realicen en la misma, para ceder o no el espacio. El alcalde de Villena, Javier Esquembre, de Los Verdes, alegó por criterio propio que Villena no tiene ningún interés la celebración de actos con toros. Por otro lado, comunicó que‘para este tipo de espectáculos taurinos, es necesario instalar un medidor para adaptarse a la nueva normativa de control de aforo, un instrumento que no dispone el Ayuntamiento’. No siéndole necesario para otros tipos de eventos donde el aforo llega a ser incluso superior, y dejando evidencia de su desconocimiento de los aforos y accesos en las plazas de toros, así como de la normativa que rigen los espectáculos taurinos en la Comunidad Valenciana.
Solicitudes de la plaza de toros para 2017
Dos han sido las peticiones formales al Ayuntamiento para la realización de festejos taurinos en la plaza de toros, ambas han sido denegadas con el absurdo argumento del aforo.
Una empresa taurina particular solicitó al Ayuntamiento de Villena la plaza de toros para la realización de un festejo popular y una corrida de toros durante los días que restan de agosto o coincidiendo con las fiestas patronales, en horario de 19 a 22 horas.
Por otro lado, la Peña Cultural Taurina solicitó la cesión de la plaza de toros los días, 1, 2 , 3 y 10 de septiembre para que le consistorio elija una de las fechas propuestas para la celebración de una corrida de toros, coincidiendo con las fiestas de Moros y Cristianos de Villena.
Ambas propuestas fueron denegadas con el mismo y absurdo argumento del medidor de aforo.