Thomas Cerqueira, en imagen de archivo I 
Thomas Cerqueira permanece ‘estable en reanimación dentro de su estado de severa gravedad’ después de ser intervenido durante cuatro horas y media de la fuerte cornada interna recibida esta tarde en la localidad gala de Mauguio y que le seccionó tanto la arteria como la vena femoral.
Según explicaron los médicos, que no facilitarán el parte médico definitivo hasta la mañana del lunes, a los padres del torero, la operación ‘ha ido bien, a pesar de su larga duración, porque fue muy laboriosa la reconstrucción, mediante injertos, de los dos vasos, además había perdido mucha sangre, así que fue complicado estabilizar y mantener el riego sanguíneo de la pierna’, comenta Gourou, mozo de espadas de Thomas Cerqueira desde el hospital Clínique du Parc de Castelnau-le-Lez, en las cercanías de Montpellier.
En este sentido, los doctores piden ‘prudencia‘ durante las próximas 48 horas para ver cuál es la respuesta de la pierna a la cirugía y no descartan que el torero tenga que volver a visitar el quirófano en función de la evolución. De momento, permanecerá en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) del centro durante los próximos tres o cuatro días.
Cerqueira fue prendido a la altura de la parte alta del muslo derecho, cuando realizaba la suerte suprema al quinto de la tarde en el coso francés de Mauguio. El torero galo fue llevado rápidamente a la enfermería del coso, a pesar de que el pitón no rasgó la taleguilla, con evidentes gestos de dolor.
Una vez allí, tras una rápida exploración, los médicos optaron por ‘derivar al diestro a un centro hospitalario de Castelnau-le-Lez, en las cercanías de Montpellier, para su intervención’. Ya en la clínica, al abrirle la herida, los doctores han comprobado que tanto la vena como la arteria femoral estaba seccionada y comenzaron a intervenirle al filo de las 21 horas hasta pasada la 1:30 de la madrugada.
El torero galo había tratado de entenderse con el quinto, un toro manejable de Jalabert. Pese a no terminar de acoplarse con su adversario, había planteado una faena con oficio y valor, que tuvo el citado revés en la suerte suprema. Y es que el joven espada fue cogido tras perfilarse y tuvo la cuadrilla que llevarlo a la enfermería. Despachó al astado Román Pérez.
Previamente, en su primero, Cerqueira tuvo que lidiar con un astado que sacó complicaciones, pues el de Jalabert se quedaba corto y derrotaba siempre. Estuvo valiente el torero de Béziers, pero emborronó ese esfuerzo con el astado a la hora de matar. Silencio.