Video resumen de la novillada de Sánchez Herrero I 
Una novillada seria, mansa y correosa, y sobre todo muy deslucida deHermanos Sánchez Herrero truncó el notable balance que hasta ahora arrojaban los festejos menores en la plaza de Las Ventas. Tras el punto álgido de las dos primeras funciones y algún utrero reseñable en el envío de Los Chospes, el cómputo de éxitos se vino a menos con el encierro de esta tarde. A menos, y a Menés, porque la actuación del novillero madrileño, y su compromiso, fue el único sustento del espectáculo que aperturó la Feria de La Comunidad, un festejo celebrado bajo un clima desapacible y lluvia intermitente, donde Tulio Salguero y Álvaro García pasaron desapercibidos.
El tercero fue un novillo largo, seguramente el de más alzada, que no tuvo un comportamiento esperanzador en los primeros tercios, porque suspendió en varas y esperó en banderillas. Lo entendió perfecto Daniel Menés, que por encima de todo puso actitud. Acertó a perderle un par de pasos para aprovechar la inercia de un animal que ni se entregó ni acabó nunca de humillar, al tiempo que le provocó ganando otro paso en horizontal para encelarlo. Así consiguió dar consistencia a una obra basada en la mano derecha que tuvo mérito y transpiró que es un novillero con tablas. Esperó el toro con la gaita levantada al entrar a matar y pinchó en una ocasión antes de despacharlo de una estocada defectuosa.
Cerró plaza otro animal serio y manso, que tampoco tuvo intención de embestir. Lo midió Menés en la segunda vara para tratar canalizar sus oleadas en el último tercio, donde volvió a poner el carácter y la raza de la que careció su oponente. Faena de ataque y disposición, coronada de una estocada entera tras la que asomaron algunos pañuelos. Sin opción de éxito al menos el novillero de El Batán se ganó el derecho a la repetición.
El burraco primero fue el mejor hecho y a la postre fue el de mejor juego. Su pinta y tipología recordó la rama de Guateles de este encaste. Tuvo nobleza el animal, que respondió mejor cuando Tulio Salguero perdió un paso en cada muletazo, porque con menos sitio, pareció sentirse más incómodo y no se desplazó igual. No siempre lo entendió así el extremeño, que evidenció ganas en una faena aseada, que nunca acabó de tomar cuerpo. Pareció cortarse en la mano derecha al recoger una banderilla del suelo, pero aún así despachó al animal.
Muy serio el cuarto, al que faltaban horas para cumplir los cuatro años. Deambuló abanto, sin fijeza, con tendencia a apretar (y a arrollar) para dentro en los primeros tercios de la lidia. Le dieron fuerte en varas y perdió poder. A la muleta llegó parado y con nula entrega, saliendo siempre desentendido, y queriéndose quitar el trapo de la cara. Salguero no tuvo opción alguna.
Álvaro García sorteó por delante un animal con cuello, bajo, ofensivo pero bien hecho, al que le faltó tranco y recorrido. La faena del torero de San Sebastián de los Reyes se limitó a probaturas por ambos pitones, aunque eso sí, lo mató pronto y bien.
El quinto también evidenció mansedumbre. Ya barbeó tablas de salida, derribó en un arreón al picador que hacía puerta, y esperó y apretó para dentro en banderillas. Luego en la muleta se defendió cuando Álvaro García trató de meterse con el, hasta acabar acobardado en tablas. Lo mejor del torero deSanse fue de nuevo la habilidad con la que manejó el acero.
Hierro de Hermanos Sánchez Herrero - EspañaPlaza de toros de Las Ventas. Un cuarto de entrada. Primera de la Feria de la Comunidad. Novillos deHermanos Sánchez Herrero, muy desiguales de tipología, mansos y deslucidos. De muy estrechas opciones. El noble primero, que fue el de mejores hechuras, fue también el de mejor juego. Se guardó un minuto de silencio en memoria del maestro Palomo Linares.
Tulio Salguero, silencio y silencio.
Álvaro García, silencio y silencio.
Daniel Menes, silencio tras aviso y vuelta tras petición y aviso.