Video del cuarto festejo de Aguascalientes I DIEGO ESTRADA
Todo cuanto aconteció en el cuarto festejo de San Marcos fue brillante. Desde el excelente encierro de Jaral de Peñas -con una presentación acorde a un coso de la categoría de Aguascalientes– a la disposición de una inspirada terna, grabaron un capítulo que merece ser recordado. Diego Silveti logró indultar a ‘Tío Julio’ a pesar de la cornada que le propinó cuando toreaba a placer, mientras que Roca Rey cuajó una faena grande que hizo saltar al público del tendido.
A la variedad capotera de Silveti en un hermoso primer tercio, se unió un emotivo arranque muletero con una voltereta de la que se recuperó no sin dificultad. Bravo fue el astado y buena la faena del torero de dinastía en una faena compacta y con ambición. La faena creció hasta que llegó al cenit con una gran petición de indulto por parte del respetable. Con el muslo sangrando por el percance, Silveti continuó con muletazos de trazo largo, con transmisión en cada embestida y remates muy toreros. La petición fue unánime cuando el presidente decidió perdonar la vida a este gran ‘Tío Julio’.
Roca Rey llegó a Aguascalientes con el objetivo de mostrar hasta dónde puede llegar, de momento, su toreo. El tercero de la divisa morada, amarilla y blanca fue el pupilo perfecto para la revolución del mexicano que lo recibió templado s la verónica antes de hacer un quietísimo quite por saltilleras. Tampoco movió ni un músculo para comenzar muleta en mano, siempre dejando un espacio inverosímil entre el espada y el toro. Tuvo emoción y emotividad esta faena que fue seguida de forma vibrante por los tendidos. El peruano combinó el toreo en redondo con el de cercanías en un vaivén de lances muy aclamados. Marcó los tiempos perfecto para dejar un estoconazo que rodó sin puntilla al toro y el presidente sacó los dos pañuelos blancos a la vez.
El viento molestó en los primeros compases de la actuación de Roca Rey pero ni las inclemencias meteorológicas fueron óbice para que diera el paso a un lado. El compromiso y la exigencia fue máxima ante un toro que se rajó mediada la faena. La estocada, un punto caída, frenó la mayoritaria petición de un merecido trofeo.
Por gaoneras quitó Diego Silveti ante el segundo. Fue su tarjeta de presentación antes de comenzar con un arriesgado pase cambiado en la boca de riego. El mexicano toreó en redondo vaciando la embestida con buen corte ante otro buen astado que fue premiado con el arrastre lento. El eco en el tendido no fue recíproco por culpa, en parte, del fallo con el estoque.
Arturo Saldívar comenzó con la cuarta del abono hidrocálido con una comprometida larga cambiada ante el bien presentado primero de Jaral de Peñas. Tuvo mérito la labor del torero mexicano con un toro exigente que le obligó a mostrar toda su intensidad. Saldívar tuvo en la mano un premio grande pero se escapó con la espada.
Tuvo ganas Saldívar de confirmar lo bueno que se vio en el toro que abrió el festejo pero cuando la faena estaba en el punto más alto, el animal se lesionó. Esto motivó que la faena cayera e incluso el mexicano tuviera que irse a por la espada para terminar con el cuarto capítulo. Saldívar intentó sacar hasta la última embestida del sobrero de regalo de Santa Bárbara. No fue el toro el idóneo para levantar una tarde que tenía en el recuerdo pasajes brillantes.
| ||||||
No hay comentarios:
Publicar un comentario