Una tarde de las que hacen afición. Tan histórica como necesaria, conManzanares toreando como los ángeles, a un gran toro de García Jiménez, ganadería, que envió un encierro notable. Cuatro orejas para el peruano que estuvo colosal, y un faenón cumbre de Manzanares. También hubo premio para Morante, que cortó una oreja a su primero templándolo con dulzura.
Roca Rey salió a no dejarse ganar la pelea en ningún momento. Lo cuajó de capote en lances a la verónica, tanto de pie como de hinojos. Una larga cambiada, de remate. Volvió a latir la plaza en un quite por gaoneras de infarto. De rodillas, comenzó el trasteo con una arrucina milimétrica para seguir toreando con la diestra. El público, entregado de nuevo.
Lo cuajó por ambos pitones el peruano hasta hacer enloquecer a sus paisanos. Faena con ritmo, vibrante, hasta que se aplomó el astado. Entonces, Roca Reypuso el resto, arrimón para exhibir ese valor seco marca de la casa. Le costó incluso una voltereta sin consecuencias, pero el mensaje estaba mandado. Su ambición, intacta. Estoconazo y dos orejas.
Tampoco le había pesado la presión de figura e ídolo local en el tercero. Al revés, Roca Rey la disipó de un plumazo cortando otras dos orejas. Credenciales contundentes para reclamar el ansiado Escapulario de Oro. El ídolo peruano formó un lío ya desde que se echó de rodillas para recibir con una larga cambiada a su rival. Había sido muy incierto el animal en los primeros tercios, incluso pareció que no hubiera materia prima para el triunfo, pero el diestro limeño encontró su buen fondo.
Comenzó por estatuarios, ligados a un cambiado por la espalda y la trincherilla. Fue el efervescente comienzo de una faena de alboroto. Arrucinas, circulares invertidos, bernadinas, cambios de mano… Mil y un recursos para conquistar al tendido junto a un toreo fundamental reposado y templado. Destacó al natural. Hundió la espada hasta la yema y paseó el doble premio entre gritos de “Perú…Perú…Perú”.
Recogió el guante Manzanares en el quinto. El español consiguió amilanar la embestida del bravo toro de García Jiménez, que salió abanto y con muchos pies en los primeros tercios. Entendió el rival que tenía delante y le ofreció la muleta en los mismos medios para embarcar su alegre galope en la tela. Luciendo la embestida franca del animal.
Cada serie, a más. Muletazos muy largos, con profundidad y en cámara lenta. Esa hondura presidió toda la faena. Con la izquierda, excelsos naturales. De bello trazo. El público, entregado, como pocas veces se ha visto. Siguió al natural, muy relajado, deteniendo el tiempo en algunos pases. Estocada recibiendo y dos orejas de un toro que fue premiado con la vuelta al ruedo.
En su primer toro, segundo de la tarde, el ejemplar se dejó, aunque se vino a menos. Lo había recibido a la verónica en los medios y se había lucido sobre el caballo “Chocolate”. Buen puyazo. En la muleta, Manzanares tejió una faena en la que mandó el toreo en redondo. Por ahí, hubo ligazón y su labor transmitió al tendido. No pasaba igual el burel al natural. Buenos derechazos, que no encontraron la rúbrica de la espada. El fallo con la espada lo privó de una oreja.
Morante de la Puebla saludó con finas y garbosas verónicas a “Derribado”, que abrió plaza, el toro tuvo poca transmisión. Sin embargo, resultó manejable de muleta, Morante, comenzó su trasteo doblándose por bajo. Ejecutó una serie de derechazos de gran calidad, que repitió en otras dos series. Muy torero el epílogo con ayudados por alto. Se perfiló en la suerte suprema y dejó una estocada casi entera. Suficiente para derribarlo y poner en su mano la primera oreja de la tarde.
Brindó Morante al público su faena al cuarto, pero luego no hubo opción alguna. Tan sólo le había podido robar dos verónicas contadas en el saludo de capa. Prologó el trasteo con ayudados por alto, sin forzarlo, sabiendo de que no tenía demasiado motor el de García Jiménez. A media altura, trató de templarlo en redondo, sin someterlo en exceso. Cabe destacar, que por el pitón izquierdo el diestro de La Puebla del Rio, de a pocos, fue metiendo en la muleta la incómoda embestida, magistral lección de técnica del toreo, hasta que lo logró en una serie de naturales bordados. Estocada algo desprendida y silencio.
Hierro de García Jiménez - EspañaPlaza de toros de Acho, Lima (Perú). Última de la Feria del Señor de los Milagros. Lleno aparente. Toros de Hermanos García Jiménez, de correcta presentación y gran juego.
Morante de la Puebla, oreja y silencio.
José María Manzanares, división de opiniones y dos orejas.
Roca Rey, dos orejas y dos orejas.