Así es El Puerto de Santa María: una plaza recuperada. Por el espectáculo que se vivió este domingo y por la entrada que llenó más de tres cuartos de entrada del gran aforo del Coso Real, se respira un ambiente de que El Puerto vuelve a contar. Esta recuperación está cimentada en lo que sucede en el ruedo con las cinco orejas que se repartieron José María Manzanares y Alberto López Simón con una buena corrida de Juan Pedro Domecq. Templado y a un alto nivel estuvo un Sebastián Castella al que la espada se le llevó un posible triunfo.
Otra vez, López Simón conquistó a la afición portuense gracias a la entrega del torero madrileño. Volvió a pisar los terrenos complicados prácticamente desde el comienzo de la faena al noble sexto, de buena condición. Las tandas, obligando al toro junto con los adornos en los remates, profundos, o los circulares completos pusieron en pie los tendidos. Mató de una buena estocada y el clamor popular le hizo cortar las dos orejas.
La conexión de López Simón con la afición de El Puerto fue total. Bueno también fue el tercero, lástima del viento que no permitió llevar la faena a los medios. El madrileño firmó una faena en un palmo de terreno con mucha firmeza en cada una de las embestidas. Llegó a poner al público en pie al remate de cada tanda. Perdió el doble trofeo por un pinchazo previo a una estocada entera. Aún así, después de concederle la primera oreja hubo petición.
El viento molestó desde las verónicas con las que abrió al serio y cuajado segundo. El toro ofreció embestidas enrazadas en los tres tercios y ofreció un buen espectáculo en banderillas donde saludaron Rafa Rosa y Luis Blázquez. En la muleta, rápidamente Manzanares cuajó una tanda sobre la mano derecha de mucho empaque y de lentos movimientos. El viento siguió soplando pero no fue problema para que el alicantino aprovechara las buenas y bravas embestidas del toro de Juan Pedro. A pesar de un buen espadazo, tuvo que utilizar el descabello pero el público le pidió la oreja que fue concedida.
En quinto lugar se lidió un sobrero de la ganadería titular después de que el reseñado se lastimara una mano. Manzanares tuvo tesón para extraer todo de un astado al que le faltó empuje. La estocada, de efecto fulminante, bien le valió una oreja.
Castella estuvo por encima del cuarto, al que le faltó trasmisión. Con el capote destacó un ajustado quite por saltilleras. El francés acortó los terrenos y dio todas las ventajas a su oponente para que sacara todo lo que tenía. Dejó una buena estocada y fue ovacionado.
El temple fue la virtud de todo lo que hizo Sebastián Castella al primero deJuan Pedro. Desde el saludo capotero, el torero francés toreó despacio como en el ajustadísimo quite por chicuelinas. El astado tuvo nobleza aunque le faltó humillar en la muleta aunque le faltó el punto que puso el espada con muletazos de trazo largo con el handicap de un molesto viento. Cerró con manoletinas y tuvo que utilizar un golpe de descabello.
Hierro de Juan Pedro Domecq - EspañaPlaza de toros de El Puerto de Santa María. Tres cuartos de entrada. Toros de Juan Pedro Domecq, el quinto como sobrero, bien presentados y de buen juego en líneas generales.
Sebastián Castella, ovación y ovación;
José María Manzanares, oreja tras aviso y oreja;
López Simón, oreja con petición y dos orejas.
Saludaron tras parear al segundo Rafael Rosa y Luis Blázquez; en el terceroDomingo Siro y Jesús Arruga; y en el cuarto José Chacón y Vicente Herrera.