‘A veces la realidad supera al sueño, y ayer fue una de esas tardes’.Javier Jiménez sigue soñando, después de abrir este domingo la Puerta Grande de Las Ventas. El torero de Espartinas protagonizó una tarde importante, ante una gran corrida de Bañuelos, y logró en Madrid ese golpe de autoridad tan difícil, a veces, de conseguir. ‘Imagínate, fue la tarde soñada’, dice el torero.
‘No sólo por la Puerta Grande’, explica, ‘sino por la sensación de poder cuajar esos dos toros, de poder torear como uno quiere y como lleva dentro…’. Jiménez ha logrado la unanimidad entre quienes lo vieron y confiesa que ‘yo iba a Madrid con la ilusión y con la fe con la que voy siempre a todos los compromisos. Y de repente me encontré con una tarde de esas que son para uno y que le sale todo bien’.
Todo acaba y empieza en el toro. En los dos toros de Bañuelos que le correspondieron en suerte y que el torero describe así: ‘El primero tuvo calidad y profundidad, pero había que llevarlo muy metido en la muleta y había que conseguir ralentizar la embestida. Me parece que lo logré y dejé algunos muletazos con el izquierdo… Y el segundo tuvo calidad también, pero también más movilidad, más casta y me dejó cuajar la faena yo creo que más redonda de las dos’.
‘Hay que dar la enhorabuena al ganadero’, dice Jiménez, ‘porque las dos faenas fueron exigentes, las cosas fueron casi siempre por abajo y los toros aguantaron sin ningún problema’. El joven torero de Espartinas, mientras disfrutaba del triunfo, tuvo tiempo para fijarse en el rostro de la gente que le rodeaba: ‘Estoy contento porque ayer en Madrid conseguí lo más grande que puede conseguir un artista, que es emocionar a la gente. Eso es lo que yo quiero conseguir, que la gente sea feliz mientras me ve torear’.
Quizás tiene que ver con esa felicidad el fuerte run-rún de apoyo que le acompaña desde hace unos meses: ‘Es verdad que llevo un tiempo sintiendo un apoyo especial. Ha habido tardes importantes en Sevilla o en Pamplona pero no se terminaron de redondear y parecía que a la gente le daba incluso más coraje que a mí’, señala el torero. Y lo agradece, ahora que el triunfo de Madrid ha refrendado la ilusión de tantos: ‘Es algo muy especial y lo agradezco muchísimo. Me han transmitido sus ganas y veinte tirán siempre más que uno’.
Al fondo de la felicidad, está siempre la pregunta asociada al triunfo en la plaza más importante del mundo: ¿Y ahora qué? Jiménez, que al comienzo de la conversación bromeó sobre si la llamada podría venir de una empresa, habla claro: ‘Yo no pienso qué puertas o qué contratos me puede abrir lo de Madrid. Sinceramente, no es mi trabajo’. El torero está seguro: ‘Yo el argumento ya lo he dado. Si sirve para torear más habrá que verlo. Lo que sé es que para mí, internamente, ha sido impresionante. Vivir lo que viví ayer le da sentido a tantas horas de esfuerzo, de sacrificio y de constancia’.
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