Cuando un torero de los que cuentan con el patrimonio de ser considerado especial consigue dar un paso más en su toreo suceden acontecimientos importantes. Por eso la Puerta Grande de Curro Díaz hoy en Madrid, en la primera corrida del año, es realmente importante. Con la estética de siempre, su personalidad tan acusada y, también, un sentido lidiador mucho más maduro, el torero de Linares se ha reencontrado con una de sus plazas, quizá su gran plaza -obviando la tierra-. Y es que, cuando todo eso se junta, es ‘de diez’. Dos orejas de enganche, de conexión con el público y un billete para volver a ver a un torero ‘especial’. Cheque en blanco para recuperarle en el circuito de las ferias
Rozó ese mismo ‘cheque en blanco’ a la repetición David Galván, pero terminó cambiándolo por un peaje de sangre. El gaditano cortó una oreja, pero una cornada en la pierna derecha al comienzo de su tarde le impidió redondear un triunfo que hoy parecía cercano. Galván habrá de volver a terminar lo que hoy quedó a medias. Aspira igualmente a volver Juan Ortega, que confirmó alternativa haciendo gala de su conocido toreo elegante. Todo con una corrida de Gavira variada en la que sobresalió el sobrero segundo de Torrealba.
Curro Díaz ha cortado una oreja -la primera del año en Madrid- al segundo, un sobrero de Torrealba con clase aunque le faltase siempre terminar la embestida. El torero jiennense se mostró relajado y disfrutando en una faena que tuvo dos argumentos: el toreo fundamental, compacto, y la más imprevisible y personal en los remates y adornos. Una estocada corta y dos golpes de descabello no impidieron que cortase una oreja de peso.
El cuarto llegó a ser protestado en los primeros tercios por su poca fuerza.Curro Díaz, a base de cuidarlo mucho, logró afianzarlo. Fue así como logró el toro rompió para bueno. La faena tuvo momentos de toreo soberbio, especialmente al natural y de mitad de faena en adelante. Como además mató de buena estocada, cortó una oreja y se aseguró la Puerta Grande. El remate no pudo ser el deseado, pues el sexto, que hubo de lidiar en el lugar de Galván, no sirvió y la faena no tuvo resonancia. No obstante, lo importante ya estaba hecho y Curro Díaz salió en hombros de Madrid.
David Galván vivió los dos polos opuestos en apenas unos minutos. Al comienzo de su faena al tercer toro, éste le cogió y le hirió en la pierna derecha, a la altura del gemelo. A pesar del percance, Galván siguió toreando en una faena interesante y bien planteada. Se apoyó en los dos pitones, pero lució más al natural, desarrollando sobre la mano izquierda más su personalidad, con distinción y ligazón. Aunque cojeó, no exageró los gestos de dolor. Al final acortó mucho las distancias. Tras la estocada, el toro tardó en caer y llegaron a sonar dos avisos. Galván paseó la oreja con un torniquete y pasó posteriormente a la enfermería. Se quedó sin poder lidiar a su segundo.
Juan Ortega había confirmado su alternativa con ‘Varillo’, el primer toro del año 2016 en Las Ventas. Este de Gavira fue un ejemplar manejable pero falto de entrega y fondo. Ortega dejó detalles sueltos de buen gusto y saludó una ovación tras pinchazo y media estocada. Apenas tuvo opciones el quinto [se corrió turno para que Curro Díaz no lidiase dos seguidos]. El animal nunca respondió a la muleta de un voluntarioso Juan Ortega.
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