Morante: Más que nunca

Morante desplegó en 2015 toda su tauromaquia. La perfecta combinación dentro de un mismo cuerpo del toreo de hoy y de ayer. Una mente superdotada con la capacidad de embeber otras épocas, otros destinos para después asumirlos y añadirlos a su coreografía de una forma natural y bella.

Toreó más de lo que nos tiene acostumbrados: 48 tardes en Europa y 57 en todo 2015 no es su cifra habitual pero quiso estar haya donde querían verle. Un número quizá excesivo para un torero como Morante pero que ha defendedido con tardes y faenas solo a su alcance. Valencia, Nimes, Córdoba, Badajoz, Granada, Toledo, Ciudad Real pero también Brihuega, Roquetas, Palencia, Marbella o Zafra vieron al torero de La Puebla del Río en su máxima expresión.

Resulta raro ver que Morante termine la temporada como número 4 en el escalafón. Quizá por eso encadenó momentos excelsos con otros que manifestaban que tantas tardes no eran buenas para su cuerpo. Aún así, se ha comprobado que un genio artista como Morante -que históricamente se han caracterizado por la irregularidad- haya asumido, además, regularidad en su temporada.

Desde que empezó con el sueño de Valencia, hasta que el toreo despertó en Zaragoza, Morante ha tenido en 2015 su temporada más particular. Además de los triunfos, el sevillano también se recordará este año como el de sus anécdotas... Regó el albero en Alicante, se negó a matar un toro en señal de protesta en Marbella, se disfrazó de lince ibérico en Huelva para visitar a los niños o el traje goyesco a dos colores que lució en Ronda. Excentricidades de genio.

¿Y ahora qué? Morante piensa para 2016 en una temporada para elegidos. No más de 15 tardes con Sevilla como telón de fondo. Después de derramar todo su aroma por cada punto de la piel de toro, el torero sevillano ha decidido concentrar todo su potencial en un docena de tardes en encuadres elegidos. Prepárense para seguirle.