LA VIRGEN DE TRIANA Y SUS MATICES

En el abono de la Feria del Centenario, este año fue incluido el festejo taurino más atractivo de los últimos 11 años, el denominado “Festival de la Virgen de la Esperanza de Triana”. Como cada 4 de diciembre, los aficionados de dentro y fuera de la capital ecuatoriana tienen una cita obligatoria con el arte y la religión, en una comunión perfecta.

El festival taurino-flamenco está lleno de matices de principio a fin. La Virgen de la Esperanza de Triana llega al ruedo de la pequeña plaza de toros Belmonte a hombros de los matadores de toros anunciados en el cartel. Un momento mágico en el que a la luz de las velas los aficionados acompañan el caminar de la Virgen con el cante de la Salve Rociera.

Una vez que la Virgen de la Esperanza ha sido la protagonista; es el turno de los toreros, cada uno con un matiz diferente para todos los gustos de los aficionados que llenan los tendidos. Así, abrió plaza el Maestro Enrique Ponce, recibiendo al astado de Huagrahuasi con una serie de verónicas de gran estilo que escucharon los primeros “olés” del público. El toro tuvo pocas condiciones para el triunfo, pero el de Chiva lo entendió a la perfección, propio de sus 25 años de experiencia, y logró llevarlo a su vera. La faena estuvo basada en la mano derecha, puesto que por la izquierda el toro fue poco potable. Como ya es habitual Ponce dictó cátedra, con elegancia y estilo, lo que le valió un trofeo al finalizar su labor.

Volvía Morante de la Puebla, creando una nueva expectativa entre los aficionados ecuatorianos. Le tocó en suerte un toro de Huagrahuasi, de excelentes hechuras y gran transmisión. El sevillano lo recibió con largos lances de capote y ajustadas chicuelinas; y, sorprendió al público con una serie de cigarreras, lances al capote de su firma que fueron inspirados en el bailar de las mujeres de su tierra natal Puebla del Río. En la muleta Morante se reivindicó con la afición ecuatoriana, le toreó al de Huagrahuasi por la derecha con profundidad y hondura. Brindó varias series de naturales de gran estilo y se adornó con molinetes y trincherillas de arte. El público había caído rendido a sus pies y recibió dos orejas. Al astado le fue concedida la vuelta al ruedo simbólica.

Daniel Luque tuvo que vérselas con el toro más complicado de la noche de la ganadería de Triana. El de Gerena estuvo variado con el capote, con lances a la verónica de excelente trazo y ajustadas chicuelinas de gran estilo. Con la muleta Luque realizó una faena inteligente, elegante pese a las pocas posibilidades que le brindó el astado; se jugó la forma por ambos pitones con varios doblones toreros que calaron en el público y que le hicieron merecedor de dos orejas.

El matador de toros ecuatoriano José Antonio Bustamante no se quedó atrás. Recibió al de Triana, con sendas verónicas estilizadas, demostrando su madurez a pesar de su reciente alternativa. En la muleta se acopló a la perfección, con un toro que tuvo gran recorrido. Bustamante demostró variedad con la ejecución de ayudados por alto, estatuarios, derechazos y naturales, a los cuales; sin embargo, les faltó transmisión con los tendidos. Se hizo merecedor de una vuelta al ruedo al finalizar su faena.

Cerró plaza el joven rejoneador Sebastián Peñaherrera quien demostró sus grandes aptitudes como caballista. Inició la faena colocando dos excelentes rejones de castigo. En el tercio de banderillas se lució con los quiebres y entendió los terrenos. Transmitió sus ganas de triunfo y sus deseos de superación al público que se entregó y le concedió dos orejas al rematar su faena con la colocación de la rosa en todo lo alto.

Es evidente que cada año la Virgen de la Esperanza de Triana trae consigo una amplia gama toreros con estilos diferentes, quienes en una noche coinciden en una pequeña plaza quiteña en el Centro Histórico de la ciudad. Esa misma Virgen; a la cual los aficionados ecuatorianos, pero especialmente los quiteños, nos encomendamos para que bajo su manto nos cubra y no exista poder humano que nos arrebate la mejor de las fiestas como es la de los toros.