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Diego Urdiales en Bilbao

El mejor momento de Diego Urdiales ha llegado a base de confiar año tras año en sí mismo. Es la respuesta obtenida a una vida de fidelidad hacia un concepto y una manera de sentir, ésa que le distingue del resto. Nunca ha ansiado ser más, sino ser mejor, y esa pureza, clase, arte y torería han encontrado su respuesta en este 2015.
Diego Urdiales llorando Bilbao 330Cuando Diego rompió a llorar en Bilbao, lo hizo por toda una trayectoria de convencimiento de que estaba en el camino correcto y de que su hora llegaría. Así ha sido. Tras dejar grandes sensaciones a finales de 2014, el aficionado comenzó a demandarlo en todas las plazas y en aquellas en las que ni había debutado se le echó en falta.
A principios de 2015, Urdiales invirtió la monotonía y en el campo ya se le vio una forma de soñar el toreo que puso a todos de acuerdo.



Urdiales tentando en la ganadería Julio de la Puerta linea-punteada-firma1
Tuvo que sobreponerse, con la misma entereza de toda una trayectoria, a que la suerte no le acompañara en los primeros compases de la temporada. Esperó con la confianza ciega a que en Bilbao pudiese expresarse de la mejor manera posible, que es la que él posee y que no es distinta a como fue antaño, sino más madurada, más natural.
urdiales mexicoDiego Urdiales, sin duda, ha realizado la temporada de su vida y ha expandido sus horizontes, poniendo a México como ejemplo de una de las plazas importantes del mundo en las que se verá anunciado y en las que podrá sentir el regalo de ser único y regalarnos a todos el toreo como debe ser, sencillo, natural, puro.


Hoy también es digno de admiración y muestra de lucha y compromiso para cualquiera de los que empiezan y tienen un sueño.
Urdiales es la esperanza de que creer en uno mismo vale la pena. Por eso, su temporada 2015 adquiere un significado especial, porque ha sido, es y será un hito a recordar. La respuesta a su fe. Porque no hay verdad que no se defienda con el alma.
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Diego Urdiales paseando las dos orejas en Bilbao