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Encerrona de Joaquín Galdós en Acho 


No fue una tarde fácil, pero sirvió para calibrar las posibilidades, la capacidad, el compromiso, el esfuerzo y la proyección de un torero que quiere ser. Eso fue lo que le dijo a la afición de Acho con seis novillos que fueron seis ecuaciones de compleja resolución. La mayoría por su falta de raza o de clase, el encierro de Santa Rosa de Lima no dio ninguna facilidad. El segundo, del que perdió Galdós premio con la espada, y el cuarto, fueron los mejores dentro de un conjunto de baja nota. Nunca perdió la fe el torero, tampoco le dejó de lado su público y al menor resquicio el peruano aprovechó la ocasión para alzar la voz. No echen en saco roto su esfuerzo ni su apuesta, porque Galdós no va de farol.
El que abrió plaza tuvo nobleza pero acusó la falta de raza y su comportamiento por tanto fue deslucido. Anduvo muy torero el diestro nacional los contados momentos que pudo lucirse. Más manejable el segundo, aceptó con obediencia la propuesta muletera de Galdós, que sobre todo con la derecha firmó series de mucha entidad, imprimiendo sentimiento y torería al conjunto. La espada le privó de pasear la primera oreja de la tarde.
Careció de emoción el tercero. Y eso que Galdós puso todo de su parte, incluso calentó el ambiente con un vibrante inicio de rodillas, llevado al novillo muy toreado, pero cuando se puso de pie para torear en redondo el animal no respondió. Al cuarto, que dio mejor juego, le cortó Galdós la primera oreja de la tarde después de una faena basada en la mano derecha, en la que hubo al tiempo hondura y plasticidad. Además de las series en redondo, cotizó el inicio de faena, sacándose al toro al tercio con preciosos ayudados por alto.
Cuando la tarde parecía venirse arriba, el quinto, que embistió sin ritmo ni uniformidad impidió de nuevo el triunfo del torero nacional, que volvió a mostrarse muy por encima de las circunstancias. Continuó su apuesta en el sexto, al que se fue a saludar a la puerta de chiqueros. Faena de desmedida entrega ante otro toro de estrechas opciones frente al que se le vio fresco y muy metido en la tarde, como durante todo el festejo. Una dura prueba por las escasas prestaciones de los astados lidiados que el peruano resolvió con nota