Thomas Dufau disfrutó con otro muy buen toro del hierro gaditano y pudo mostrar su concepto ante el entregado público local con una no menos entregada faena que comenzó a ‘portagayola’. Con ligazón, limpieza y transmisión construyó una labor que, a pesar del fallo a espadas valió una oreja, después de la vuelta al ruedo que recibió el tercero de Núñez del Cuvillo..
El segundo de Cuvillo sacó gran calidad y José María Manzanares lo aprovechó a la perfección en una labor de tanto reposo como sentimiento en el trazo. Se gustó el alicantino por ambos pitones, siempre relajado en el muletazo, y además remató su labor de un estoconazo. Caído el toro, las dos orejas eran suyas.
Enrique Ponce apenas pudo dejar detalles con el soso primero en Mont de Marsan, plaza que registró otro lleno este jueves. El torero de Chiva compuso buenos muletazos en una labor que no pudo ser rotunda por la condición del animal.