Duracion 5 : 46 seg

Los toros de Cebada Gago han cumplido los pronósticos de ser una de las ganaderías más peligrosas que pasan cada año por las calles de Pamplona. Con cinco heridos en el primer balance de la Cruz Roja, el segundo encierro de San Fermín ha durado nada menos que cinco minutos y cuarenta y cinco segundos. El pánico llegó desde la misma calle Mercaderes cuando cuatro toros se disgregaron de la manada y causaron el pánico general con numerosos momentos peligrosos.
La manada partió junta de los corrales de Santo Domingo a gran velocidad, con el liderazgo de un toro colorado que tomó la cabeza y que, después, sería uno de los protagonistas de este encierro. Hubo miradas a los corredores durante toda la cuesta.
Ya en el paso por el Ayuntamiento, la carrera comenzó a complicarse. A comienzo de Mercaderes, cuatro toros perdieron las manos y arremetieron contra todo lo que tenían delante. Numerosas caídas, cogidas y tensión se vivió con unos corredores que tuvieron que dejar las bonitas carreras que se vieron con los dos toros que iban en cabeza para intentar guiar a unos toros que se daban la vuelta, con todo lo que eso supone.
Fue ese toro colorado que partía en cabeza, uno de los más problemáticos. En Estafeta se dio la vuelta y recorrió más de trescientos metros para atrás hasta incluso encontrarse con otros toros que iban hacia la plaza. Los dobladores hicieron un trabajo ejemplar.
El primero de los toros hacía su entrada en apenas dos minutos y veinte segundos, pero hubo de esperar hasta casi los seis minutos para que los seis astados de Cebada se encontraron en los corrales de la plaza en lo que suponía la vuelta de la mítica ganadería gaditana a Pamplona. Increbile.